El miércoles vivimos la cara y hoy nos tocó la cruz. Una pena porque los rojiblancos querían comenzar esta segunda vuelta ganando, pero la primera parte transcurrió sin que pudieran igualar la intensidad y agresividad que demostró el Adarve, un equipo que marcó dos goles de sus únicos 3 disparos a puerta en 90 minutos. La segunda parte fue de claro dominio rojiblanco pero las situaciones claras de Molina y Juanjo delante del portero no fueron aprovechadas y el equipo poco a poco perdió las esperanzas de dar la vuelta al partido. La siguiente visita será Cacereño y allí tendrán el reto de ganar su último partido antes de irse de vacaciones... ¡MUCHA SUERTE!
